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jueves, 3 de febrero de 2011

Practique la redactoterapia

La redactoterapia es una práctica que consiste en consignar por escrito sus ideas, sentimientos y pensamientos en una hoja de papel o cuaderno con la finalidad de efectuar una descarga emocional y analizarlos posteriormente.

Este es un método muy utilizado en el psicoanálisis porque ayuda a que el paciente pueda exteriorizar aquello que inconcientemente lo está afectando.

Haga la prueba pero, antes de comenzar a escribir tome en cuenta las siguientes recomendaciones:

*Elija un cuaderno de tamaño grande o pequeño pero con el que usted sienta comodidad al escribir y pueda llevar consigo, puesto que nunca se sabe donde aparecerá la inspiración. Tenga uno en su mesa noche para que anote sus sueños.

*Use bolígrafo del color que prefiera. Si gusta de corregir lo escrito, le será más apropiado usar un lápiz.

*Tanto si va a usar una computadora como un cuaderno, guárdelos donde nadie pueda leerlos. La privacidad es importante.

*Tómese su tiempo para escribir. Use al menos 30 minutos para su ejercicio diario, 30 minutos de su día no son nada en comparación a los beneficios que va a obtener. (Si eligió la mañana y no se siente muy inspirado, déjelo para la tarde; si en la tarde tampoco obtiene resultados, no se desanime, continúe al día siguiente).

*Es importante que no se censure al escribir; tampoco se preocupe por la ortografía ni por la gramática, el propósito del ejercicio es permitir que fluya la información hacia el exterior.

*Pruebe diferentes lugares para escribir: en su habitación, en la sala, en la cocina, en el baño, en un restaurante, en la biblioteca, etc.

*Pruebe también acompañarse de música clásica, jazz o nueva era. Encienda un incienso. Tómese un capuchino. Coma un chocolate o bébase una copa de vino. Experimente y tome nota de aquello que siente que le favorece.

1) Verificando el nivel de autoestima
Comparase con una comida, un animal, una flor, etc. Comience a escribir su texto de la siguiente manera: “Yo soy como un…. (describa con lujo de detalles la comida, el animal o la flor que haya escogido y explique por que cree usted parecerse a lo que eligió). Ahora, pregúntese por que se ha comparado usted con, por ejemplo, una rosa y no con una margarita, o por qué es usted un mango maduro y no una mandarina, su texto le ayudará a auto analizarse. Este texto tiene que ver con lo que usted piensa sobre sí mismo, con lo que le gusta o le disgusta de su persona.
Nota.- Si lo que describió no es muy bonito, o es triste, vuelva a escribir pero esta vez haciendo énfasis en sus virtudes y cualidades positivas para que aprenda a quererse. No se trata de auto engañarse. Se trata de que usted encuentre todas las bondades que posee y valorarse.

2) Verificando su estado sentimental
Describa a su pareja. Si no la tiene describa quien fue su primer amor o, con lujo de detalles, describa a la pareja de sus sueños. Después piense si es realmente así la pareja que realmente desea o que, a lo mejor, usted se ha dejado influenciar por estereotipos que no existen. Si está separado(a), hable de su ex pareja. Si su relación resultó muy desagradable, use las palabras más desagradables para describirlo.
Nota.- Piense si su ex pareja se merece o no lo que usted escribió, a lo mejor merecía peores cosas, o tal vez no tanto. El ejercicio permite que usted valore lo que tiene y lo que ha tenido, a lo mejor el escrito le sirve para analizar por qué usted ha buscado este tipo de parejas, o por qué no ha encontrado la que busca.

3) Identificando sus miedos
Elija que es aquello que realmente le causa terror. Recuerde como ese miedo se manifiesta en su cuerpo, en su estómago, en su corazón. Describa aquello que le asusta. Luego respire profundamente. Cálmese. Llore si lo desea, pero respire hondo y atrévase a leer todo lo que escribió.
Analizando el miedo, este puede ser muy superficial (por ejemplo, el terror a las arañas), o muy profundo y doloroso (miedo a perder un ser querido). Otro aspecto es que los temores cambian de un momento a otro. Cuando se es joven se teme perder a los padres y, en los mayores, generalmente se presentan dos temores: perder un hijo y quedarse solo.
Nota.- Este ejercicio nos permite racionalizar y analizar nuestro miedo ya que este muchas veces toma el control de nuestras vidas. El miedo es una emoción que viene de la pérdida de ese control. Tememos lo que no podemos controlar, pero hay veces en que se debe aceptar que no se puede tener control sobre ciertas cosas, entonces debemos aceptarlo. Pensar en su miedo es más importante que tratar de sentirlo. Si usted acepta que tiene miedo de perder a un familiar y que no está en sus manos evitarlo, será el primer paso para bajar la ansiedad sobre algo que aún no está pasando y que, llegado el momento será más soportable. Otro tipo de miedos o temores son aquellos que esconden deseos. A todo gran deseo lo acompaña una ansiedad por saber si se cumplirá o no, si seremos capaces de lograrlo o no, si a esa emoción le permitimos que se salga de control, lo que lograremos es convertirla en miedo y cuando eso llega a pasar el miedo puede paralizarnos. Por ejemplo, personas que nunca llegaron a estudiar lo que querían por miedo al fracaso, o aquellos que no se atrevieron a manifestar su afecto a alguien por temor al rechazo. El miedo es una emoción que fuera de control, paraliza e incapacita. Enfrentémoslos y controlémoslos.

4) Examinando los recuerdos
Busque una foto suya de cuando estaba pequeño, una muñeca o juguete viejo. Luego comience su texto así: “ yo me acuerdo…” y describa los detalles, tome en cuenta los colores, sabores y olores del pasado. Luego agréguele a su texto otro párrafo que empiece así: “Aquí yo me sentía…” y describa sus emociones.
Nota.- Este ejercicio nos permite recobrar los recuerdos de la niñez, de la juventud. Se trata de ponernos en contacto con nuestro niño interior y permitirle que hable. Lea su texto y pregúntese que puede hacer por ese niño o niña que ha hablado en el texto. Tal vez necesite perdón, o tal vez ternura, seguridad o palabras bonitas. Ahora, escriba y regálese un texto con todo lo que él merece escuchar de usted. Reconcíliese con ese niño interior. Tal vez su infancia esté llena de recuerdos agradables, pero tal vez no. El ejercicio sirve para dejar hablar a ese niño y que usted, como adulto, se encargue de consolarlo y de darle todo lo que necesita; decirle que nadie más va a abusar de él, que nadie más va a maltratarlo o va a abandonarlo. Usted es responsable de ese niño que habita en usted, que es precioso, divertido, pero indefenso. ¡Cuídelo!

5) Examinando nuestros odios y resentimientos
5.1 Describa tres características que usted más detesta en las personas: “Detesto que… Al terminar empiece a leer. El resultado es que, lo que usted odia es porque usted lo tiene. Vemos en los demás el reflejo de nuestro lado oscuro. Es como verse al espejo. Vemos nuestras bondades pero también nuestros defectos. Cuando encontremos personas con esas características que nos disgustan, debemos tolerarlas y aceptarlas tal como nos gustaría que nos traten a nosotros. Por ejemplo, si lo que nos disgusta de las personas es el chisme, reconozcamos que es también nuestro problema. Ese es el primer paso para mantenerlo bajo control.

5.2 Describa ahora, con lujo de detalles, veinte resentimientos con nombres y apellidos y las consecuencias del daño que nos hicieron. Manifieste la rabia que siente hacia ellos. Este es un ejercicio que nos liberará de todos esos sentimientos y emociones que nos han contaminado por largo tiempo. No lo piense mucho. Escriba, y cuando ya se le haya agotado lo que tiene que decir, tómese un tiempo, hurgue en su interior y asegúrese de sacarlo TODO. A continuación, lea lo escrito. Si aún siente rabia, tache, agregue o modifique lo que quiera. Notará que con tan sólo escribir, empezará a sentir alivio. Luego, deseche o queme esa carta. Por último, escriba lo bien que se siente decirle a la gente lo que se merece.

6) Examinando los sentimientos de culpa
Muchas personas sufren por no haberle dicho, en su oportunidad, lo mucho que amaban a esa persona o familiar que ya no está. Ver al esposo o esposa, roto el lazo conyugal, lamentarse por no haber pedido perdón en el momento oportuno. O lamentarse de haberle dicho a tal persona todo lo que se merecía. Este ejercicio libera a las personas de sentimientos de culpa.
6.1 Escríbale una carta de agradecimiento a alguien que usted ama mucho por todo lo bien que le ha hecho. Hágala con ternura mencione por que esa persona ha sido y es tan importante para usted.
6. 2 Escriba una carta pidiendo perdón a alguien a quien usted le haya hecho algo de lo que usted se arrepiente. No tema en decir lo que siente y cómo lo siente.
6. 3 Escriba una carta recriminatoria a una persona por todo el daño que le hizo.
6. 4 Ahora escriba una carta dirigida a Dios. Sea cual fuere su idea de EL, háblele, manifiéstele su agradecimiento, cuánto le ama y confía en El. Pregúntele, reclámele, dígale lo que siempre ha querido manifestarle. Al terminar, escriba en otra carta lo que usted cree que Dios le respondería. Sorpréndase del resultado.

Nota.- Las cartas deberán comenzar: “Esta carta te la escribo porque…” Al terminar entregue las que pueda entregar, las otras puede leérselas a alguien que valore el contenido o léalas para usted mismo. Guarde las que considere conveniente y cuando esté triste sáquela y reléala, verá que bien se va a sentir. ¡Nunca se quede con los deseos de decirle a alguien cuanto lo ama ni cuanto le agradece. No sólo le hará pasar un rato muy bueno a esa persona, el mayor beneficio lo recibirá usted y créame que lo sentirá de verdad!

7) Recuperando el buen humor y la felicidad
7.1 Escriba cincuenta cosas que le hagan feliz. Lo feliz que siente al caminar descalzo, de tener sus hijos, de cómo le gusta su casa o habitación, de las mascotas que tiene, etc. Hágalo sin pensarlo mucho. Cuando esté estresado o triste, lea este texto y se sentirá mucho mejor. Al terminar, analice hace cuanto no sentía la felicidad que acaba de describir y piense por qué. Plantéese un plan para recuperar esos momentos felices. Recuperar la felicidad depende de usted y éste plan podría ser el primer paso para volver a ser feliz.
7. 2 Escriba cincuenta cosas que le hagan reír. La “risoterapia” funciona. Usted se relaja. Genera endorfinas que le hacen sentir feliz. Por estúpido que parezca, escríbalo, no es muy fácil pero sí muy divertido. Este ejercicio es muy útil cuando las emociones negativas y descontroladas están ganando terreno en nosotros, haga el ejercicio y verá como desorientan los miedos e iras.
7. 3 Escriba cincuenta palabras que le gusten, que le encanten. Las palabras suenan bien cuando significan cosas que a uno le agradan. Tómese su tiempo para buscarlas bien. Luego lea el texto y a) analice porque estas palabras le gustan tanto y b) pregúntese si estas palabras están presentes en su vida diaria o no.
7. 4 Escriba el nombre de cinco personas que usted admira muchísimo. Este ejercicio nos enseña a encontrar lo bueno en los demás y no sólo en lo malo. Escriba por qué esa persona le impresiona. Pregúntese si a usted le gustaría ser como él y si podría llegar a ser como él. Eso que usted admira en ellos, usted también lo tiene, así que, búsquelo dentro de usted y aprovéchelo. Así, estará siendo fiel a su esencia y eso le hará feliz.

8) Controlando la ira
La ira es un enojo descontrolado que también tiene que ver con la misma motivación del temor, que es la pérdida de control. Es una emoción descontrolada que lleva a la violencia, trayendo dolor, arrepentimiento y culpabilidad. Describa cuales son las situaciones de su vida y las personas que lo llevan a sentir ira. Descríbala físicamente, ¿qué sucede cuando le viene la ira?... se pone rojo?... grita?... golpea?... Explique con detalle. Luego lea bien su texto, todo eso que usted escribió es una prueba de una emoción descontrolada. Ante una situación de descontrol como el miedo o el enojo, se genera adrenalina, una sustancia que se segrega para preparar nuestro cuerpo en dos situaciones: “Huída del peligro” o “lucha” (Fight or Fligth. H. Benson). La adrenalina nos da mayor energía y fuerza, pero si se queda en nuestro cuerpo nos intoxica, eso es lo que sucede cuando estamos iracundos. No permita que ese tipo de emociones dominen su vida. Identifique las manifestaciones físicas que anteceden a la rabieta y tome medidas para no permitirle que avance. Por ejemplo, si usted sabe que con su ira es capaz de golpear e insultar, cuando ya usted sienta el enojo y el calor en su cuerpo, aléjese, o busque un lugar frío, eso funciona muy bien. Lávese la cara, o váyase a caminar y respire. Verá como en unos minutos se sentirá diferente. Lo ideal es no generar adrenalina en nuestro cuerpo a no ser que sea necesario, como en el caso de un inminente peligro.
Nota.- No reprima el enojo. Enójese con la persona correcta, en el momento correcto y en la medida adecuada (conducta asertiva). Así evitará que la ira lo controle y que la adrenalina lo intoxique. Así como aprendió a enojarse hasta enfurecerse, así debe aprender a no hacerlo.

9) Re-escriba el final de la historia
Escoja un cuento infantil y, utilizando toda su creatividad, escriba un nuevo final. Léalo en voz alta y pregúntese luego: ¿ese es el final que quiere?... ¿le gusta ese final?... No importa como lo haya terminado, lo importante es que usted ha sido capaz de transformar una cosa en otra. Usted puede aplicar el mismo principio a su vida. Usted puede cambiar la manera de afrontar un divorcio, una ruptura, una muerte, una violación, un trabajo perdido, etc. El hecho en sí sólo representa una parte de la historia, la otra parte está hecha con las actitudes que usted toma con respecto a ese hecho. Es decir, un 10% será inevitable, pero el resto dependerá de lo que usted haga con ese hecho, de cómo usted lo maneje. Ayuda mucho pensarnos que somos un Bambú, una rama dura y poderosa, capaz de resistir los embates del viento, pero absolutamente flexible para admitir cualquier cambio, encontrar nuevas soluciones y sobrevivir. Recuerde ser tolerante, use su creatividad, piense diferente, sea diferente, con mayor capacidad para ser feliz. El vaso puede estar medio lleno o medio vacío, de usted depende.

10) Escriba su propio guión
10.1 Llegó la hora de escribir sobre nuestra propia vida. Comience así: “Yo reconozco que …” y trate de escribir con total honestidad, aunque le duela. Reconozca sus errores. Analice palabra por palabra, idea por idea, pregúntese por qué ha caído usted en ellos y si hubiese podido evitarlos. Cómo le ha afectado esto en su vida. Si es una conducta repetida y si puede hacer algo para corregirlos.
10. 2 Comience ahora un nuevo texto como si al haberse encontrado con un viejo amigo usted lo pone al día sobre su vida actual: “Te cuento que…” Describa todo lo bueno y todo lo malo de su trabajo, de su casa, de su persona, de su familia, de su relación de pareja, de su círculo, de su salud… dígalo todo. Ahora analícelo. Que hay de verdad en lo que ha escrito, qué podría cambiar, qué necesita para hacerlo, por qué sigue haciendo lo que no le gusta? Qué le hace falta a su vida?...
10. 3 Ahora escriba el nuevo guión de su vida. Comience así: “De ahora en adelante yo voy a…” y haga un guión hermoso de todo lo que le gustaría que su vida fuera, incluyendo su trabajo, su vida familiar, su pareja, su casa, sus amigos, su físico… no omita nada, descríbalo como si fuera su carta de peticiones. Ahora sí, lea su texto y pregúntese que hace falta para hacer realidad su texto y anote todo lo que va a hacer, por ejemplo si usted decide aprender a surfear, comience comprar una tabla, tomar clases, ver videos, relacionarse … La idea es que el plan trascienda el papel y usted se sienta un poco presionado a convertir sus sueños primero en proyectos, luego en realidades.

11) Examinando nuestra misión, nuestra visión y nuestros valores
Este ejercicio nos permite esquematizar el rumbo que le queremos dar a nuestra propia vida. En muchísimas empresas se nota la gran dificultad que tienen las personas para redactar la misión, la visión y los valores que regirán a la misma. Les es difícil sintetizar, y usar la creatividad para nombrar de alguna manera a la empresa, pero cuando logran encontrar eso que tanto buscan, de inmediato se enfocan en la tarea, y se comprometen con el nombramiento.
11. 1 Escriba su misión en la vida: Comience así: “Mi misión en este mundo es…” Escriba tres renglones como máximo, aunque lo ideal es que pudiera decirlo en uno: “Mi misión en la vida es ser un delfín que nada libre por todos los mares…” “Mi misión en la vida es ser un sol que ilumine el mundo en que vivo…” Usted puede corregir, tachar, borrar lo que quiera, hasta que quede perfecta.
11. 2 Ahora escriba su visión. Hacia donde quiere conducir su vida. Comience así: “Voy a llegar a ser como…” Ejemplos: “Voy a ser como un samurai, capaz de defender aquello en lo que creo.” “Voy a ser como un árbol: útil, hermoso y grande.” Tómese su tiempo, esmérese y redacte una gran visión.
11. 3 Ahora redacte sus valores. No use clisés ni estereotipos. Un valor es aquello que lo caracteriza, es lo que usted más respeta, sino cumple con esas características, no es un valor real. Comience así: “Yo no renunciaría a…”

Nota.- Recuerde el poder de la palabra y apréndase de memoria su misión, su visión y sus valores y cuando se refiera a usted mismo, refiérase en estos términos. Sea consecuente con sus creencias, respételas, ese es su norte y mientras usted se ajuste a él, será feliz. No olvide el poder de la creatividad, use su imaginación siempre que pueda y podrá transformar el mundo en que vive.

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