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sábado, 30 de abril de 2011

LA DIABETES Y LOS ENDULZANTES ARTIFICIALES

Los endulzantes (edulcorantes) artificiales son una buena alternativa para quienes padecen de diabetes. ¿Qué tipos de endulzantes artificiales existen y cuáles son sus ventajas y desventajas? ¿Hay que tener algún tipo de precaución para su consumo? En este artículo te contamos acerca de los endulzantes artificiales y la diabetes. ¡Toma nota!

¿Azúcar o edulcorante?, suelen preguntar el camarero(a) o el mesero(a) cuando toman la orden o sirven el pedido. En el caso de las personas con diabetes que deseen tomar alguna bebida o alimento endulzado, lo más conveniente es la segunda opción. Ahora bien, ¿son todos los endulzantes iguales o hay alguno que sea más apropiado que otro?

Afortunadamente para quienes deben limitar el consumo de azúcar, existen varias opciones artificiales para endulzar la vida y las comidas. Si bien la función es la misma (reemplazar al azúcar para endulzar las comidas y las bebidas), las características son diferentes en cada uno de ellos. Los más conocidos son:

Sacarina: es un clásico entre los edulcorantes artificiales. Descubierta en 1879, la sacarina es 300 veces más dulce que el azúcar y pasa por el cuerpo sin dejar rastros, ya que no aporta calorías. Se la puede utilizar para comidas calientes o frías. Es recomendable evitarla durante el embarazo y la lactancia.

Aspartame: este endulzante fue descubierto de casualidad en 1965, por un químico que buscaba una droga para combatir la úlcera, y sólo fue aprobado para su uso en la década de 1980. El aspartame es 180 veces más dulce que el azúcar y provee muy pocas calorías. Se puede utilizar en comidas frías o calientes, aunque puede perder un poco de sus propiedades endulzantes a temperaturas elevadas. Este edulcorante ha recibido cuestionamientos por parte de algunos usuarios, quienes dicen que les provoca jaquecas, mareos, náuseas, fatiga y otras sensaciones. Sin embargo, existe una amplia variedad de estudios que demuestran que el aspartame es inofensivo para el cuerpo cuando se lo utiliza en dosis normales. Sólo una precaución: las personas que tienen una enfermedad hereditaria denominada fenilcetonuria, deben evitar este endulzante artificial.

Acesulfamo-k: descubierto casi por azar en 1967, este endulzante es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar y se puede utilizar en comidas frías y calientes. Además, es termoestable, es decir que no pierde sus propiedades por la acción del calor, por lo cual se puede usar para cocinar y hornear.

Sucralosa: este edulcorante artificial descubierto en 1976 se obtiene del azúcar y es 600 veces más dulce que ésta (el doble que la sacarina). La sucralosa es el único edulcorante sin calorías que se fabrica a partir del azúcar y se utiliza en su reemplazo para bebidas de bajas calorías y alimentos procesados. Al igual que el acesulfamo-k, puede ser utilizado en comidas frías y calientes y puede incluirse durante la cocción y el horneado de alimentos. Muchos alimentos procesados y bebidas dietéticas la contienen.

Ciclamato: este edulcorante es 30 veces más dulce que el azúcar pero su uso se ha prohibido en los Estados Unidos, debido a que en 1970 se demostró que había causado cáncer de vesícula en los animales.

La ventaja de los edulcorantes artificiales que hemos mencionado en el caso de los pacientes diabéticos es de que no elevan el nivel de azúcar en la sangre y no cuentan como carbohidratos ni como grasas en las dietas de intercambio. Los alimentos en los que se mezclan, desde luego, si proporcionan calorías y hay que fijarse en esos ingredientes. Como en todo en la vida, se recomienda usar los edulcorantes en moderación.

Con estos datos, cuando el camarero(a) o el mesero(a) te pregunten qué prefieres no sólo podrás decirle si quieres endulzante, sino también especificarle de qué tipo. Y cuando estés eligiendo tus bebidas y alimentos en el mercado, también podrás dedicarle dos minutos a leer el detalle de sus componentes, para elegir de manera inteligente la opción que prefieres.

Recuerda que si tienes dudas sobre el uso de edulcorante o endulzantes artificiales y la diabetes, debes consultar con tu médico. El o ella podrá indicarte qué es lo mejor en tu caso, y de esa manera, podrás llevar una vida sana con diabetes.

miércoles, 20 de abril de 2011

Sobre la homosexualidad

Este tema sigue siendo controversial debido a prejuicios provenientes de una fuerte carencia de verdaderos conocimientos acerca de ella y de una obvia falencia en la actual educación que está permitiendo la sobrevaloración de lo superfluo y de la infravaloración de lo realmente importante para la convivencia humana.

Pregúntese: ¿Qué es ser homosexual?...

Si ya lo analizó bien, el ser homosexual siginifica que el objeto del deseo de un sujeto es una persona de su mismo sexo y que sus anhelos o fantasías sexuales están orientadas a personas de su mismo género. Por tanto, la homosexualidad NO ES UNA ENFERMEDAD ni una perversión en sí misma.

Existen muchas personas que son homosexuales pero psíquicamente sanas.

Existen muchas personas que son homosexuales pero psíquicamente enfermas.

Esto significa que hay homosexuales que tienen una patología psíquica vinculada a su personalidad pero no necesariamente relacionada al hecho de ser homosexual.

Por tanto, preguntémonos: ¿son los homosexuales desviados sexuales?...

Para dar respuesta a esta pregunta, deberemos enfocarnos en el tema de la normalidad.

El concepto de normalidad psíquica no es un concepto psicoanalítico sino estadístico. El hecho de que la mayoría de personas tengan relaciones heterosexuales ubica a los homosexuales fuera de la norma y equivocadamente colocarlos en la categoría de desviados, pero desviados en relación a dicha norma estadística, lo que no implica necesariamente una patología psíquica.

La mayoría de personas que habitan el planeta son diestras, diríamos entonces que, ¿los zurdos son enfermos porque no están dentro de la norma?...

La conducta homosexual es tan vieja como la humanidad misma. Ha estado presente en la gran mayoría de sociedades, tanto en las primitivas como las avanzadas. Y en todos los tiempos, la homofobia estuvo presente por parte de los heterosexuales, pero también, y seguro esto es nuevo para muchos, por parte de los propios homosexuales.

Efectivamente, la homofobia la padecen también ciertos homosexuales que no pueden aceptar la orientación del objeto de su deseo sexual trayendo rivalidades, rencillas y odios.

Esto, lamentablemente, también es una actitud que muchos profesionales de la salud la padecen, a pesar de que la OMS ya no considera a la homosexualidad como una enfermedad. En el DSM III la homosexualidad aparecía entre los desordenes psicosexuales. En el DSM III revisado, se ha retirado esta referencia por los motivos que estamos explicando en este blog.

Si los colegas terapeutas y médicos analizan bien la situación por la que pasa (y sufre) el homosexual, éste vive el calvario de sentirse diferente de la llamada norma heterosexual. Muchas veces, no tiene con quien identificarse, con quien comunicarse, parecerse e identificarse. No saber como comportarse. Se siente aíslado, solo.

Hay jóvenes que piensan que al casarse y tener hijos solucionarán lo que sienten y al final hallamos a muchos hombres que llevan una vida doble, una vida oculta o solitaria.

Es terrible haber sido vapuleado en el colegio, haber sido rechazado por sus padres, expulsado de la comunidad religiosa, rechazado también por los centros militares. Todo ello es más que suficiente para desarrollar un trastorno o enfermedad mental, pero esto es independiente de que sea o no homosexual. Sí, esto le puede pasar a cualquiera y no por el hecho de ser homosexual.

El gran Sigmund Freud buscó la manera de explicar este comportamiento sobre la base de sus teorías y desde el complejo de Edipo y la angustia de castración. Lamentablemente, la teoría completa de esta situación no logra abarcar una visión más amplia que la que hoy tenemos sobre ella.

Freud hizo incapié en el papel desempeñado por la madre dejando en la sombra al padre, pero, ya Freud pensaba que la homosexualidad no era una perversión ni enfermedad. En "Tres Ensayos" él la llama Inversión Sexual. Lo que proponía era que los homosexuales que lo desearan podrían llegar a analizarse para combatir sus miedos y frustraciones como cualquier heterosexual lo haría para alcanzar una vida mejor, más plena y más feliz.

Lo lamentable del caso es que hay personas del gremio terapéutico que no soportan la idea de verse cara a cara con ellos. El ejemplo que Freud nos dejó es que él los trataba con la misma simpatía con que trataba a todos sus pacientes.

Son muy pocas personas que consultan con un psicoanalista y mucho menos las personas homosexuales. Y si lo hacen, no es porque su homosexualidad sea el problema, sino las neurosis y cotidianas preocupaciones de la vida diaria.

Ahora, ¿cómo deviene en homosexual una persona?... ¿la elección de un objeto homosexual es en sí misma narcisista?... ¿cua´ndo podemos afirmar que una patología es narcisista?...

Las interrogantes son muchas pero todas tienen una respuesta conocida: el hombre aún no es lo suficientemente sabio para dar con las respuestas.

Si no sabemos como deviene en heterosexual una persona menos en como deviene homosexual. Decir que el narcisismo las explica sería muy poco ético de nuestra parte ya que esta patología no responde cualquier hecho o acción humana tampoco.

Un paciente recordó que cuando pequeño se estaba tocando el pene su madre lo amenazó con quemarle las manos y, ¿qué creen?... Al hallarlo en la misma situación le puso las manos sobre las hornillas calientes. Esta es una situación dramática. La madre amenzante, cruel, fálica, ¿es motivo para que dicho paciente sea homosexual?...

En los sujetos homosexuales encontramos que su padre pudo haber sido duro o débil de carácter; pudo o no haber estado ausente. Igual la madre, seductora, dominante, indiferente del hijo quien pudo haber recibido exceso de cariño o carencia de amor.

Estas identificaciones son importantes en la constitución psicosexual de un individuo pero no explica la tendencia homosexual.

Genéticamente se plantean estudios interesantes pero al igual que los estudios hormonales, no han dado los resultados esperados.

Entonces, ¿qué es la homosexualidad?...

La respuesta es simple: es una forma de comportamiento cuyas características ya han sido descritas y son de sobra conocidas tanto por los lectores homosexuales como por los lectores heterosexuales.

Si se insiste en preguntar, ¿por qué se da la homosexualidad?, la respuesta es que no se sabe. Lo que sí se sabe es que la homosexualidad NO ES UNA ENFERMEDAD. Lo que si hay, son homosexuales enfermos.

Expliquémonos, una persona homosexual al igual que una heterosexual puede ser "normal" o puede ser neurótica, psicótica borderline o bipolar, así que ésta sufrirá las consecuencias como todo sujeto que no busca tratamiento.

Las parejas homosexuales viven su relación sentimental tal como la viven las parejas heterosexuales, con cariño, con amor, pero también con sus conflictos y desavenencias. Así que, a nosotros nos toca aprender a no juzgar, criticar ni a menospreciar a las personas que como nosotros anhelamos convertirnos en verdaderos SERES HUMANOS, (si lo fuéramos no cometeríamos tantas barbaridades)...

Y a los colegas de todas las áreas científicas y médicas, deberemos recordarles siempre el juramente hipocrático que los llevó a ejercer tan noble profesión para no caer en el error de "las preferencias", característico de una sociedad deshumanizada pero que aún está a tiempo de reivindicarse.

sábado, 9 de abril de 2011

SOBRE EL MIEDO Y LA MEDIOCRIDAD

El miedo es un enemigo al que debemos vencer pero nunca destruir, pues contiene una gran fuerza que debemos utilizar. Al miedo hay que tratarlo de la misma forma que a un caballo salvaje para que, una vez domado, nos podamos montar en él y servirnos de su fortaleza.

Había una vez un rey que recibió como regalo dos magníficos halcones provenientes de Arabia. Eran halcones peregrinos, las aves más hermosas que se hayan visto jamás. El rey entregó las preciosas aves al maestro de cetrería para que las entrenara.

Pasaron los meses y un día el maestro de cetrería le informó al rey que uno de los halcones estaba volando majestuosamente, planeando alto en los cielos, pero el otro halcón no se había movido de su rama desde el día en que llegó.

El rey convocó a curanderos y hechiceros de todas las tierras para atender al halcón, pero ninguno pudo hacer que el ave volara. Luego les presentó la tarea a los miembros de su corte; sin embargo, al día siguiente, el rey vio a través de la ventana del palacio que el ave aún no se movía de su percha. Habiéndolo intentado todo, el rey pensó: "Tal vez necesito a alguien que esté más familiarizado con la vida del campo para que entienda la naturaleza de este problema". Entonces le gritó a su corte:
-¡Vayan a buscar a un granjero!-

En la mañana el rey se emocionó al ver al halcón voalndo muy alto sobre los jardines del palacio y le dijo a su corte:
-¡Tráiganme al hacedor de este milagro!-

La corte rápidamente localizó al granjero, quien vino ante el rey. Éste le preguntó:
-¿Cómo hiciste para que el halcón volara?-

Con reverencia, el granjero le dijo al rey:
-Fue fácil, su majestad. Simplemente corté la rama.

Todos fuimos hechos para volar, para darnos cuenta de nuestro increíble potencial como aspirantes a seres humanos. Pero en lugar de hacer eso, nos posamos en las ramas del miedo y la mediocridad, aferrados a las cosas que nos resultan familiares y nos brindan aparente seguridad. Las posibilidades son infinitas pero, para la mayoría de nosotros, permanecen sin ser descubiertas. Nos conformamos con lo conocido, lo cómodo, lo simple, lo fácil, lo banal. De modo que para la mayoría nuestras vidas son mediocres en lugar de ser excitantes, emocionantes y plenas.

Tenemos miedo a la autoridad, a la sociedad, al trabajo, a nuestros padres, a nuestros enemigos, a nosotros mismos. Pero, debemos tener en cuenta que, mientras estos miedos estén dentro de unos límites que podamos considerar normales, el miedo cumple una FUNCIÓN DE ADAPTACIÓN al medio en que se vive.

El miedo es un MECANISMO DE LA CONDUCTA DE DEFENSA, cuya misión es detectar situaciones de peligro para generar respuestas que eleven las probabilidades de sobrevivir.

Las respuestas de miedo están programadas genéticamente en el cerebro humano para enfrentarse al peligro en forma rutinaria. Fruto de la evolución, el miedo fue diseñado por la naturaleza para estar siempre en un ESTADO DE ALERTA ante la posibilidad de caer en peligro o anticiparnos a este.

Cuando el estado de alerta deja de tener la duración y el desarrollo natural y se convierte en reacciones desmesuradas mantenidad en exceso, se acaba desarrollando un ESTADO ESTRESANTE con consecuencias negativas para la salud mental y el bienestar físico.

Neurológicamente hablando, el TÁLAMO actúa como medidor de las respuestas emocionales, pues recoge a través de los sentidos todos los estímulos provenientes del exterior. La AMÍGDALA situada en el interior del lóbulo temporal, se encarga de coordinar las respuestas autónomas y endocrinas de los estados emocionales. Es consideraa como un dispositivo intermedio entre los estímulos visuales y auditivos y el desencadenamiento de emociones, sobre todo el miedo y la cólera. Un paciente que presente lesiones en la amígdala no tiene la capacidad de liberar esa clase de emociones.

Es interesante anotar que la amígdala del cerebro derecho se activa cuando recibe de forma inconsciente estímulos que provocan miedo; si esos estímulos se reciben de forma consciente, la que se activa es la amígdala del cerebro izquierdo.

Cuando la causa que estimula el miedo de forma inconsciente se convierte en consciente, se anula la activación de la amígdala derecha; es decir, nos ayudará a controlar la entrada en marcha del mecanismo del miedo.

Esta cuestión es de suma importancia pues gran parte de los problemas emocionales se producen sin que seamos conscientes de ello.