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lunes, 13 de septiembre de 2010

Trabajar arduamente Vs. Trabajar inteligentemente

¿Se ha preguntado que sucedería si las personas trabajaran menos de ocho horas al día?... ¿Qué sentido tiene trabajar arduamente, durante tantos años, sacrificando la felicidad y el bienestar que proporciona una vida relajada?...

La respuesta sería que en el mundo vivirían personas más sanas, habría menos estrés, menos preocupaciones, menos frustraciones; en suma, menos enfermedades. Si las personas trabajaran menos, gozarían de más tiempo para vivir sin preocuparse de sobrevivir. Tendrían tiempo para las actividades de ocio y de contento. Así mismo, se evitaría el deterioro del medio ambiente.

En el momento en que me dedico a escribir este boletín, me detengo unos momentos para escuchar y disfrutar de una hermosa canción, en otra ocasión, bebo un delicioso café o converso unos momentos con mi preciosa esposa. En otras palabras, no me entrego a la neurosis de trabajar duramente, siguiendo la recomendación de un conocido psiquiatra inglés J. A. Hadfield que en su libro, La Psicología del Poder, menciona: “descanse antes de cansarse”...

Alcanzar el éxito, cuesta mucho esfuerzo, sudor y lágrimas. El precio que se paga en energía, tiempo y riesgos es muy alto. Por supuesto que hay cosas que sí merecen el esfuerzo, sin embargo, hay cosas que no. Muchas personas se enfrascan en aventuras empresariales y carreras prestigiosas con el único propósito de ganar dinero, alcanzar el poder y la fama, lo que no debe ser objeto de crítica, claro está.

Por el contrario, una vida sin anhelos, sin objetivos, es una vida vacía y sin sentido. Para muchas personas, el dinero constituye su principal objetivo, por ello, actividades sociales y salidas con la familia se quedan en planes. Resultado: pésimos padres, malos cónyuges, ponen en peligro sus valores y su integridad. No tienen tiempo para divertirse ni saben como hacerlo aunque lo dispongan. Tienen buenos ingresos pero nunca se acercan a la paz de espíritu ni a la felicidad. Olvidan cumpleaños, aniversarios y compromisos familiares. La mayoría pasarán los mejores años de su vida trabajando por el dinero, sin entender realmente que es eso por lo que están trabajando.

La buena noticia es que existe una alternativa a dejar los huesos trabajando duro y sin tregua por muchos años, sacrificando la felicidad del momento, y este consiste en estar contento, satisfecho y muy feliz HOY. Para ello, es indispensable que se trabaje en algo en lo cual se disfrute, a la vez que dedique gran parte de su tiempo libre a actividades productivas.

Analicemos la situación: hoy por hoy, tener éxito significa trabajar bastante y tener poco tiempo libre para hacer cosas que realmente nos alegraría. La sociedad de consumo, la publicidad y los medios de comunicación dictan lo que la gente debe querer sin detenerse a preguntarse que es lo que los hará realmente felices. Y es que resulta mucho más sencillo hacer lo que la mayoría hace. Lamentablemente, son muchas las personas poco capaces de pensar por sí mismas. La publicidad y el sistema educativo han lavado el cerebro a la gente para que adquieran cosas que parecen importantes y que piensen y hagan lo que los demás piensan y hacen.

Pero la verdad es que, para alcanzar el éxito se tiene que redefinir que es lo que el éxito significa para uno. Llegar a ser un triunfador o un fracasado depende de como uno se lo defina. Se tiene que empezar por ser razonable con la cantidad de éxito que se espera alcanzar. Establecer objetivos razonables hacen que sea más fácil alcanzar el éxito pero, hay que tener en cuenta no excederse yendo a lo fácil. Esto no produciría ninguna sensación de logro y obtendría poca satisfacción. La satisfacción sólo aparece cuando se logra algo importante. La clave consiste en elegir objetivos lo bastante grandes como para que le afecten y lo bastante modestos como para poder alcanzarlos. Es preferible fijar objetivos moderadamente difíciles y alcanzarlos casi todos, que fijar objetivos extremadamente difíciles y no alcanzar ninguno de ellos.

Y muy importante es tener en cuenta que el verdadero éxito consiste en manejar el dinero con sensatez para no tener problemas económicos. Esto significa ganar dinero suficiente para cubrir necesidades básicas y disponer de algo más para salir a cenar a un buen restaurante dos o tres veces por semana. Evitar gastar más de lo que ganan o endeudarse adquiriendo cosas que tal vez no llegue a disfrutar de verdad.

Estas recomendaciones le permitirán disfrutar más y mejor de la vida trabajando inteligentemente.

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