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jueves, 9 de septiembre de 2010

PROBLEMAS SEXUALES EN EL MATRIMONIO I

Para resolver los problemas sexuales en el matrimonio, es necesario que las personas conozcan que es aquello que los causan. Empecemos por ver aquellas diferencias existentes en los hombres y en las mujeres desde el punto de vista biológico, anatómico y fundamentalmente emocional.

Para empezar, los hombres son portadores de un modelo de cromosoma muy diferente al de las mujeres. El hipotálamo que se conoce como el asiento de las emociones provee a la mujer un marco de referencias muy diferente al de los hombres. El deseo sexual femenino tiende a ser cíclico en correspondencia con su ciclo menstrual, mientras que en los hombres no se hallan estas características.

No comprender estas particularidades puede llevar a una frustración constante en le matrimonio, o despertar complejos de culpa en los cónyuges:

El sexo para el hombre es una actividad física mientras que para la mujer significa una profunda experiencia emocional.

Los hombres se alborotan ante la visión de la desnudez femenina. El deseo sexual del hombre se despierta por la contemplación del cuerpo de una mujer atractiva sea quien sea. Por el contrario, las mujeres necesitan ser excitadas por medio del tacto.

Los hombres no hacen discriminaciones sobre la clase de mujeres que excitan sus deseos por medio de sus cuerpos. Lo mismo puede estimularse al contemplar una fotografía que por el encuentro directo con la mujer que ama. Las mujeres son mucho más selectivas en cuanto a sus intereses sexuales. No se excitan, en la misma medida que los hombres, ante la vista de un caballero atractivo o el contemplar en fotografías o anuncios, el cuerpo desnudo o casi desnudo de un hombre. Más bien se dirige a un hombre en particular a quien ella admira y respeta.

La autoestima masculina se halla más motivada por el deseo de “conquistar” a una mujer, que por hacer de ella el objeto de su preferencia romántica. Una mujer se siente excitada por el carácter y personalidad de su hombre y por el ambiente romántico que lo rodea.

El esposo llega a casa a cenar después del trabajo. Espera que los hijos se acuesten y se duerman para retozar con su esposa. Pero ella ha esperado a su esposo para comentarle todo lo que le ha sucedido: los niños y el nido,... de cómo Paulita hizo sus dibujos con su colorete que encontró en el baño,... de cómo Julita se manchó su vestidito con salsa de tomate, la misma que utilizó para preparar los deliciosos tallarines que han cenado,... y de la amiga del colegio quien llamó por teléfono esa tarde,.... pero, su esposo se muestra desinteresado por tales noticias y no siente deseo alguno de responderle sexualmente. Igual, su marido la somete. La esposa, lejos de sentirse amada se siente como si fuera una prostituta que debe complacer a su cliente. Y más aún, pues al terminar, su esposo se da media vuelta para dormirse mientras ella se queda mirando el techo. Con el tiempo, este comportamiento la llevará a exprimentar y desarrollar resentimientos y frustración.

Ahora los invito a reflexionar profundamente sobre este comportamiento y sus consecuencias.

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