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sábado, 23 de octubre de 2010

SOBRE LA DIABETES

En una artículo publicado por una prestigiosa revista me llamó poderosamente la atención que lo que come un varón puede afectar la salud de sus futuros hijos, o sea, que si un hombre consume comidas con alto contenido en grasas aumentará el riesgo de concebir hijos con una alta propensión a la diabetes.

El estudio al que me refiero fue publicado en la revista Nature, donde se afirma que hasta ahora se sabía que los padres obesos o diabéticos tienen un alto riesgo de transmitir diabetes del tipo 2 y la obesidad a sus hijos, pero es la primera vez que se demuestra científicamente que el régimen alimentario paterno puede desencadenar un proceso diabético en la descendencia.

Científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sidney (Australia), suministraron, en un experimento, alimentos de alto contenido graso a un grupo de ratas macho, creándoles problemas de obesidad e intolerancia a la glucosa y que luego transmitieron a sus crías tras aparearse con ratas hembras. Entonces, los científicos detectaron en las crías anormalidades en las células beta del páncreas, encargadas de sintetizar y segregar la insulina, hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre.

Margaret Morris, quien encabezó la investigación, informó que el riesgo de desarrollar diabetes puede ser similar en el caso de hijos varones, aunque los estudios se han limitado hasta ahora a las hembras.

Por otro lado, en otro artículo publicado en la misma revista, se menciona que un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) aseguran que el consumo de bebidas azucaradas e isotónicas, o refrescos con sabores de frutas, pueden haber favorecido la aparición de nuevos casos de diabetes y enfermedades cardiovasculares en Estados Unidos durante la última década.

A estas conclusiones llegaron los miembros de la Asociación Americana del Corazón en un encuentro sobre epidemiología y prevención cardiovascular como resultado de un modelo de simulación creado a partir de grandes estudios epidemiológicos realizados en Estados Unidos. Según dicho modelo, el aumento en el consumo de bebidas azucaradas entre los años 1990 y 2000 favoreció la aparición de 130.000 nuevos casos de diabetes, 14.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica y 50.000 años de vida adicionales con una enfermedad coronaria a lo largo de esa década.

Este tipo de productos contiene entre 120 y 200 calorías según el tipo de bebida, por lo que los investigadores están convencidos de que pueden haber tenido parte de culpa en el aumento de la obesidad que se ha registrado en los últimos años en Estados Unidos. Además, a través del modelo han estimado que este incremento de enfermedades cardiovasculares ha provocado un gasto sanitario de entre 300 y 550 millones de dólares. Y estiman que se pueden haber producido al menos 6.000 muertes y unos 21.000 años de vida perdidos por el aumento de las bebidas azucaradas.

Los expertos en política sanitaria han sugerido que, para evitar que la situación empeore en los próximos años, se limite el consumo de bebidas azucaradas incluyendo un impuesto de 1 centavo de dólar por cada 28,3 gramos de bebida, ya que aseguran que esta medida podría hacer disminuir el consumo en un 10 por ciento.

La Asociación Americana del Corazón recomienda un límite máximo de calorías procedente de azúcares añadidos, que para las mujeres no debería superar las 100 calorías por media jornada, mientras para los hombres el límite sería de 150 calorías diarias.

Una buena noticia para los amantes del café es que según algunos estudios científicos demuestran que los bebedores de café son 50% menos propensos a padecer cáncer que quienes no consumen esta bebida. Según una investigación realizada por el Instituto George de Salud Internacional en la Universidad de Sydney (Australia), por cada taza de café adicional consumida en un día se reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un 7%.

Asímismo, experimentos con ratones realizados recientemente en la Universidad de Florida indican que esta bebida podría reducir también los síntomas del Alzheimer. El consumo diario de una a tres tazas de café se asocia también con una menor incidencia de la enfermedad de Parkinson. Beber seis tazas de café se asocia con un menor riesgo de morir a causa de enfermedades cardíacas, cáncer y otras patologías. No obstante hay que tener en cuenta que, pese a sus beneficios a largo plazo, a corto plazo el café aumenta la tensión arterial.

A propósito, el 15 de Octubre pasado fue el Día Mundial de la Diabetes y esto nos debe recordar que lo primero que se debe tener en cuenta es revisar la forma como usted se alimenta. Vivimos en un mundo lleno de restaurantes que, en ocasiones, constituyen la única opción que encuentra para comer en determinados momentos, la pregunta es: ¿qué comida debe comer usted si tiene diabetes?...

El cambio más importante que debe uted adoptar es que en su dieta deben figurar más verduras, más fibra, más frutas, más proteínas bajas en grasa. Debe adoptar una dieta sana para que pueda mantener los niveles de su glucosa (azúcar) en la sangre dentro de los rangos normales. De esa forma, evitará complicaciones. Sin embargo, y esta es la buena noticia, el tener diabetes no significa que nunca más podrá disfrutar de las cosas que le gustaban antes.
Y es que, si bien tenemos que ser firmes en nuestra decisión de cambio de hábitos alimenticios, hay ocasiones en las que simplemente, no podemos escapar de tener un antojo, o porque no pudimos rechazar una invitación.
¿Qué hacer entonces?...
Estas son nuestras recomendaciones:
Cuando esté frente al menú, busque las palabras: a la parrilla, hervido, horneado o rostizado. Frito es una palabra que ya no debe figurar en su vocabulario.
Preste atención al tamaño de las porciones: cuando le pregunten si quiere el tamaño grande diga: “no, ¡gracias!”
Pida el tamaño pequeño o comparta con alguien las papas fritas, los panes y los anillos de cebolla que le sirven en su porción.
Pida una ensalada, un sándwich o pizza de vegetales.
Que la bebida sea jugo natural o agua.
Pida que los aderezos y las salsas se los pongan a un lado del sándwich o de la hamburguesa.
Si desayuna en un lugar de comida rápida, seleccione el menú del cereal, frutas y pan integral.
De preferencia elija yogurt de postre.
Pida que le proporcionen la información calórica y nutricional de lo que hay en el menú. Los restaurantes de comida rápida lo tienen.
Si tienes dudas sobre este tema, consulte a su médico para que lo oriente y recuerde que usted puede disfrutar de la comida siempre y cuando coma con moderación y teniendo los ojos bien abiertos a la forma como preparan los alimentos.

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