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jueves, 14 de octubre de 2010

"Mi hijo tiene un carácter fuerte"

Esta aseveración es la que, por lo general, utilizan las madres que se quejan del comportamiento impulsivo de sus hijos, al punto de ser agresivos y dominantes.
Estos niños tienen el fuerte deseo de poseer lo que ellos quieren al momento, no después. Sus caprichos deben ser satisfechos porque, de lo contrario, son capaces de todo para conseguirlo.
El análisis de estos niños arrojan que,evidentemente, no tienen un carácter fuerte, sino todo lo contrario: tienen un carácter muy débil, debido a que son fácilmente dominados por sus impulsos, por sus caprichos, por sus emociones.
Los niños (y adultos) de carácter débil fácilmente se salen de sus casillas, debido a que son manipulables, tornadizos, provocables, altamente excitables.
Por otro lado, también pueden ser pasivos, dependientes, timoratos, poco tolerantes a las frustraciones, impresionables, sugestionables, emocionables, dubitativos, etc.
Por el contrario, un niño (y adultos) de carácter fuerte, son aquellos que cuentan con una gran capacidad de adaptación, buscan hacer siempre lo correcto, son capaces de dominar sus impulsos si la situación lo requiere. Son dueños de sí mismos y pocas veces caen víctimas de sus emociones. Por lo general, no son violentos, tiene manifestaciones de ira pero reconoce sus limitaciones y sus fortalezas. Tienen en cuenta las opiniones ajenas aun cuando no coincidan con sus apreciaciones.
Las personas de carácter débil pueden tener crisis de llanto desconsolado y hasta desmayarse si se les ofende, pueden agredir a su ofensor o salir corriendo del lugar en que se encuentran, hasta el punto de atentar contra su propia vida en un acto suicida. Buscan demostrar que no son débiles mediante el desarrollo de un carácter autoritario y violento. Buscan ser siempre dominantes, caprichosos y son muy tercos.
Las personas de carácter fuerte, no se dejan provocar fácilmente,frente a una ofensa meditan sus posibles consecuencias, valoran las diversas respuestas a la misma y eligen la más adecuada, la que, por lo general, evita males mayores. No necesitan demostrar su autoridad la cual emana de su propio comportamiento, de su serenidad al enfrentar situaciones complejas, de su sabiduría; de su manera de dirigirse a los demás con respeto, independientemente de quien se trate; de sus actitudes ante el estudio, el trabajo, la familia y la sociedad.
La confusión se da cuando las personas califican a de “tiene gran personalidad” a quienes son altos, fuertes, bien parecidos, bien vestidos, etc. Todo lo contrario, califican al bajito, gordito, feo y quie no sabe vestirse, de carente de personalidad, pero, un sujeto puede ser alto, fuerte, buen mozo y vestirse muy bien y, sin embargo, ser portador de una personalidad histérica, paranoide, obsesiva, anómala, mientras que, un sujeto, gordito, feo, que no se sepa vestir adecuadamente, puede ser brillante como científico, un esposo ejemplar, un buen padre de familia, un buen vecino y tener un ajuste psicosocial adecuado. Es decir, estas personas pueden ser poseedores de una personalidad normal aunque su aspecto externo no sea tan atractivo.
Por lo tanto, y retornando al tema de los niños, lo que nos debe preocupar es que: “Mi hijo tiene un carácter débil”....

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