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sábado, 7 de mayo de 2011

¿QUÉ ES LA ESQUIZOFRENIA?

La esquizofrenia, es una palabra que deviene del griego schizo que significa "división" o "escisión"; y phrenos que significa “mente”.

La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica que se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y deteriorantes que se caracteriza por alteraciones de la realidad, alteraciones de la percepción; alucinaciones; desorganización del pensamiento; delirios; alteraciones afectivas, alteraciones conductuales y alteraciones del lenguaje.

Él término esquizofrenia fue introducido por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler en su monografía Demencia precoz o el grupo de las esquizofrenias publicada en 1911, donde notamos que el autor, utiliza el plural para referirse a esta patología y donde expresa también, en el prefacio, un reconocimiento al psiquiatra alemán Emil Kraepelin por haber hecho este, la distinción entre la demencia precoz y la psicosis maníaco depresiva.

A pesar de su etimología, la esquizofrenia no es lo mismo que el “trastorno de identidad disociativo”, más conocido como “trastorno de personalidad múltiple” o de "doble personalidad” con el que ha sido frecuentemente confundida.

El término “demencia precoz” apareció por vez primera en la bibliografía médica del psiquiatra belga (algunos autores mencionan que es francés) Benedict Augustin Morel, donde describe el caso de un adolescente inteligente y activo que gradualmente fue volviéndose silencioso y taciturno, aislándose de los demás “hasta sumirse en un estado de estupidez”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud: "La Esquizofrenia está caracterizada por un disturbio fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento, delusiones bizarras, percepciones alteradas, respuestas emocionales inapropiadas y un grado de autismo. Estos síntomas son experimentados en presencia de conciencia clara y (generalmente) capacidad intelectual conservada"

SINTOMAS

Es oportuno mencionar que síntoma es toda aquella manifestación que anuncia en el sujeto, una anomalía o una enfermedad. Serían síntomas por ejemplo, los dolores, las inflamaciones, los cambios de ritmos biológicos, etc.

En la esquizofrenia hay una variedad de síntomas distintivos que se dividen en dos grupos importantes: síntomas positivos y síntomas negativos.

Síntomas positivos: son aquellas manifestaciones que el paciente hace o experimenta y que las personas sanas no suelen presentar.
Síntomas negativos: son aquellas cosas que el paciente deja de hacer y que los individuos sanos pueden realizar cotidianamente, como pensar con fluidez y con lógica, experimentar sentimientos hacia otras personas, tener voluntad para levantarse cada día.
Veamos ahora su descripcion:

Síntomas positivos mentales: ( psicóticos)

Alucinaciones
Son engaños de los sentidos, percepciones interiores que se producen sin un estimulo externo. No está en condiciones de reconocer que lo percibido surge únicamente de sus vivencias interiores y no está presenta en el mundo externo. Pueden ser de tipo auditivas, táctiles, visuales, gustativas y olfativas.
Delirio
Se trata de una convicción errónea de origen patológico que se manifiesta a pesar de razones contrarias y sensatas. El alcance con la realidad está restringido. El paciente ve el delirio como la única realidad válida. Aunque los propios pensamientos son contrarios a las leyes de la lógica, el enfermo es inaccesible a esta objeción. Cuando se advierte de este estado, a veces no hay que pensar el inicio de un tratamiento o la hospitalización, ya que la desesperanza que puede llegar a producir en el paciente hace que haya intentos de suicidio. tipos: persecución, de culpa, de grandeza, religioso, somático, de referencia.
Trastornos del pensamiento
La manera de hablar suele darnos indicios significativos sobre el pensamiento trastornado. Relatan a menudo que han perdido control sobre sus pensamientos, que estos le han sido sustraídos, impuestos o que son dirigido por extraños poderes o fuerzas relacionados con el lenguaje tenemos: descarrilamiento, tangencialidad, ilogicalidad, presión del habla, distraibilidad.
En las crisis psicóticas, estos síntomas anteriores descritos pueden ir acompañados de:
Síntomas positivos en el ámbito de sentimiento
Angustia, excitabilidad.
Síntomas positivos vegetativos
Insomnio, palpitaciones, sudores, mareos, trastornos gastrointestinales, trastornos respiratorios.
Síntomas positivos de la motricidad
Comportamiento, agresivo y/o agitado, inquietud corporal, movimientos extraños y absurdos, conducta repetitiva.


Síntomas Negativos

Pobreza afectiva
Se manifiesta como un empobrecimiento de la expresión de emociones y sentimientos, disminuye la capacidad emocional; se manifiesta en aspectos del comportamiento como: expresión facial inmutable, la cara parece helada, de madera, mecánica. Movimientos espontáneos disminuidos y escasez de ademanes expresivos: no usa las manos para expresarse, permanece inmóvil y sentado. Contacto visual muy escaso, puede rehuir mirar a los demás, permanecer con la mirada extraviada. Incongruencia afectiva: el afecto expresado es inapropiado. Sonríe cuando se habla de temas serios. Risa tonta. Ausencia de inflexiones vocales: el habla tiene una calidad monótona y las palabras importantes no están enfatizadas por medio de cambios de tono de voz o volumen.
Alogia
Se refiere al empobrecimiento del pensamiento y de la cognición. Se manifiesta a través de la Pobreza del lenguaje: restricción de la cantidad del lenguaje espontáneo, las respuestas son breves y raramente hay información adicional. Pobreza del contenido del lenguaje: aunque las respuestas son largas, el contenido es pobre. El lenguaje es vago repetitivo y estereotipado. Bloqueos: interrupción del lenguaje antes de que un pensamiento o idea haya sido completado. Después de un periodo de silencio que puede durar unos segundos no puede recordar lo que estaba diciendo o lo que quería decir. Latencia de respuesta incrementada: el paciente tarda más tiempo de lo normal en responder a la pregunta.
Abulia –Apatía
La abulia se manifiesta como una falta de energía, de impulso. La apatía es la falta de interés. A diferencia de la falta de energía de la depresión, en la esquizofrenia es relativamente crónica y normalmente no está acompañado de una afectividad triste. Se manifiesta en: Problemas con el aseo y la higiene. Falta de persistencia en el trabajo, escuela o cualquier otra tarea. Sentimiento de cansancio, lentitud. Propensión al agotamiento físico y mental.

Anhedonia Insociabilidad
La Anhedonia es la dificultad para experimentar interés o placer por las cosas que antes le gustaba hacer o por las actividades normalmente consideradas placenteras: tiene pocos o ningún hobbies, tienden a mostrar un decremento de la actividad e interés sexual en función de lo que tendría ser normal según la edad y estado del mismo, puede mostrar incapacidad para crear relaciones próximas e intimas apropiadas para su edad, sexo y estado familiar. Relaciones con amigos y semejantes restringidas. Hacen poco o ningún esfuerzo para desarrollar dichas relaciones.
Problemas cognitivos de la atención
Problemas en la concentración y en la atención. Sólo es capaz de concentrarse esporádicamente. Se distrae en medio de una actividad o conversación: se manifiesta en situaciones sociales; se le va la mirada, no sigue el argumento de una conversación, le interesa poco el tema, acaba bruscamente una discusión o tarea aparente.


TIPOS DE ESQUIZOFRENIA

La Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE-9) como la Clasificación de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-III) incluyen los siguientes tipos:

Esquizofrenia catatónica. Se caracteriza por trastornos en el movimiento o comportamiento motor. Se habla de "estupor catatónico". Comprenden dos variedades: la retardada y la agitada. En la primera, el paciente se muestra lento, apático, llegando a veces a la inmovilidad, al mutismo y hasta el estupor. En casos extremos, se observa una completa parálisis de la acción, correlativa con una parálisis de la voluntad. Se rehusa a efectuar lo que se le pide o hace lo contrario. Alternativamente pueden presentar sumisión y pasividad, obediencia automática y hasta “flexibilidad cérea” en la cual el paciente conserva por muy largo tiempo la posición en que se le ha colocado el miembro. En la variedad agitada de la catatonía, el paciente se torna indiscriminadamente destructivo, exhibiendo verdaderas crisis de furor y violencia. En ambas variedades, son frecuentes las alucinaciones predominando las que presagian el fin del mundo. El paciente a pesar de tener la conciencia despierta, no reacciona a los intentos de entrar en contacto con él. Su rostro permanece inmóvil e inexpresivo, no se percibe ningún movimiento interior e incluso fuertes estímulos de dolor pueden no provocar reacción alguna. En los casos más graves pueden llegar a no hablar, ni comer, ni beber durante periodos lo suficientemente largos como para que peligre su vida. Sin embargo, en el interior del enfermo puede haber verdaderas tormentas de sentimientos que, a menudo, sólo se manifiestan en una aceleración del pulso. También se dan repetición constantes del mismo movimiento (automatismos) y muecas. Los cuadros de extrema gravedad, en los que el enfermo, por ejemplo, se mantiene sobre una pierna durante unas semanas, sólo se observa muy raras veces gracias a las posibilidades actuales del tratamiento. Sólo ocurren cuando nadie se ocupa del enfermo o cuando el tratamiento no es eficaz.
Esquizofrenia paranoide. En esta forma clínica, el comienzo del cuadro psicótico es más tardío que la catatónica presentándose a menudo en la tercera o cuarta década de la vida. Se caracteriza por el predominio de ideas delirantes, de alucinaciones, sobre todo, de caracter auditivo. Preocupaciones hipocondríacas, que luego se tornan obsesivas y dan paso a ideas delusivas interpretativas, referenciales y de influencia, que tienden a sistematizarse y evolucionan hacias formas persecutorias, las cuales a su vez son gradualmente reemplazadas por delusiones de grandeza que se establecen en forma crónica. Los pacientes paranoides muestran una actitud suspicaz, evasiva y a veces antagonista y desafiante. Evidencian fallas groseras en el contacto personal y especialmente en las relaciones sexuales. Pueden tornarse violentos y presentar impulsos homicidas, especialmente en la fase persecutoria.
Esquizofrenia desorganizada o hebefrénica. Se presenta en adolescentes y se caracteriza por un comportamiento pueril, insulso y extravagante. La afectividad es inapropiada, hay alucinaciones placenteras y una profunda desorganización del pensamiento y del lenguaje. Los enfermos presentan comportamientos extraños, suelen hacer muecas y reír sin motivo aparente o cuando se les da una mala noticia, las conductas suelen ser infantiles, el estado de humor es absurdo. Muestran falta de interés y de participación. Hay casos en los que se manifiestan alucinaciones y delirios en conjunto. Cuando comienza en edades tempranas como la pubertad, reciben el nombre de esquizofrenia juvenil e incluso hay casos en los que la enfermedad viene de la infancia (psicosis infantil).
Esquizofrenia infantil. Comprende los cuadros esquizofrénicos que aparecen antes de la pubertad. Fue descrita por primera vez por De Sanctis en 1925, quien la llamó demencia precocísima, manifestándose en ella, un comportamiento autista, aislamiento, incapacidad para desarrollar una identidad separada de la materna, desarrollo disarmónico, incoordinación motriz, trastornos graves en la imagen corporal y alteraciones de la homeostasis.
Esquizofrenis simple. Los desarrollos hebéfrenicos lentos y desapercibidos se califican como esquizofrenia simple por presentar pocos síntomas. Su comienzo es insidioso y se remonta a la adolescencia temprana. Los síntomas manifiestos aparecen en la adolescencia tardía o en la juventud. Se observa un gran descuido personal, conductas solitarias, una notable indiferencia, inactividad, aislamiento, falta de iniciativa y una tendencia a funcionar con un mínimo de esfuerzo y a limitar el ámbito vital. El pronóstico suele ser desfavorable en comparación con las otras esquizofrenias, debido a la personalidad inmadura del enfermo y por la rápida evolución hacia el deterioro que presentan.
Esquizofrenia indiferenciada o esquizoafectiva. Es un tipo de esquizofrenia en la cual no predomina un síntoma concreto para el diagnóstico, es como la mezcla de los otras anteriores, una combinación de características esquizofrénicas con síntomas maníacos o depresivos. Eugene Bleuler consideraba estas manifestaciones como el resultado de una herencia mixta de características esquizofrénicas y maníaco-depresivas.
Episodio esquizofrénico agudo. En esta forma clínica se observa aceleración psicomotriz y hay alteraciones del afecto con manifestaciones de angustia, agitación, depresión y a veces pánico. Langfeldt describió en 1939, un grupo de trastornos a los que denominó “psicosis esquizofreniformes” con síntomas idénticos a los de la esquizofrenia aguda, pero sin antecedentes de personalidad esquizoide y una aparición del cuadro bajo circunstancias de intenso estrés.
Esquizofrenia latente. Esta definición se aplica a los casos que presentan características esquizofrénica definidas pero que aún no han sufrido un episodio psicótico.
Esquizofrenia residual. Bajo esta denominación se incluyen los casos que presentaron, por lo menos, un episodio o alguna forma de esquizofrenia y en los que los síntomas accesorios desaparecieron con el tiempo, quedando como secuela un déficit en la abstracción y disturbios en el curso del pensamiento, así como tamién fallas en el comportamiento social. Es la fase en la que los síntomas negativos son más evidentes pero no se manifiesta en todos los enfermos.


CONSECUENCIAS Y REPERCUSIONES

La síntomas de la Esquizofrenia dificultan la capacidad del paciente para completar su educación, obtener un empleo o mantenerlo, por ende, es difícil que llegue a ser financieramente independiente. Les resulta sumamente complicado mantenerse clínicamente sano e interactuar con otra gente.

La familia sufre la angustia producida por la enfermedad de su ser querido. Enfrentar la enfermedad es extremadamente dificil y va a generar una respuesta emocional de miedo, enojo, tristeza, sentimientos de culpa al preguntarse si uno pudo haber detectado a tiempo el trastorno y hasta plantearse la posibilidad de que otros miembros de la familia pudiesen desarrollarla.

A esto se suma el problema del sostenimiento económico y afectivo del paciente por lo que este puede sentir verguenza y sentirse anormal.

Se tiene la creencia de que los homicidios de gran repercusión han sido efectuados por personas esquizofrénicas pero, si bien es cierto que un paciente víctima de alucinaciones o creencias delirantes de persecución se vuelve violento, estudios bien dirigidos no han demostrado relación alguna entre la violencia proveniente de esquizofrénicos y la proveniente de la población general.

Por el contrario, la auto agresividad es la mayor causa de muerte prematura en pacientes esquizofrénicos. Cerca del 15 % de ellos cometen suicidio, sea por que tienen ideas delirantes, voces que los martirizan permanentemente o porque están muy deprimidos.

Otra afirmación errónea y muy corriente es que el paciente esquizofrénico rechaza el estudio, es muy flojo y “no quiere mejorar”. La realidad es que el paciente no puede estudiar o no puede trabajar porque está siendo víctima constante de alucinaciones, se encuentra deprimido o presenta una baja considerable en su capacidad cognitiva.

Por estos motivos es nuestra tarea y obligación social aclarar los malos entendidos que se producen por desconocimiento o desinformación por parte de la población.


TRATAMIENTO

La esquizofrenia es un proceso crónico en cuyo tratamiento debe emplearse simultáneamente fármacos antipsicóticos y terapias psicológicas como el modelo cognitivo-conductual y psicoanalitico.
Los antipsicóticos son fármacos antes llamados tranquilizantes mayores a diferencia de los ansiolíticos o neurolépticos, tranquilizantes menores llamados así por su capacidad para producir determinados efectos secundarios neurológicos y que son utilizados en el tratamiento de la esquizofrenia y de las enfermedades relacionadas con ella.
Pero, en estos últimos años se viene usando el término antipsicótico porque hace referencia a su acción terapéutica.
Desde el año 1952 en que se descubre el primer fármaco con efecto antipsicótico, los avances en la psicofarmacoterapia de los delirios y alucinaciones asociados a la esquizofrenia han permitido que la mayoría de las personas afectadas por esta enfermedad puedan vivir fuera de los hospitales y asilos donde eran recluidas las personas debido a los desajustes emocionales y de conductal asociados a la psicosis que presentaban.
Por los años 90 se consiguió reunir un grupo de fármacos llamados antipsicóticos "atípicos" que reducían los riesgos de efectos adversos observados en los medicamentos anteriores. Algunos antipsicóticos clásicos o típicos son el haloperidol, la clorpromazina y la flufenacina. Los principales antipsicóticos atípicos modernos son la clozapina, la olanzapina y la risperidona.
Los antipsicóticos llegan al cerebro y bloquean diversos receptores celulares para neurotransmisores, y destaca la acción sobre receptores para la dopamina y la serotonina. El mecanismo de acción de este grupo de medicamentos no está por completo aclarado; el bloqueo dopaminérgico parece importante para el control de los síntomas psicóticos (alucinaciones y delirios), pero no todos los pacientes responden igual ni todos los síntomas mejoran de la misma forma.
Debido al perfil más favorable de los antipsicóticos de segunda generación se utilizan con frecuencia en el tratamiento inicial del primer episodio de psicosis. Este régimen inicial suele ser conservador de incremento progresivo de la dosis, en parte para minimizar los efectos adversos clinicamente importantes, incluyendo el aumento de peso, y en parte porque estos son pacientes que suelen requerir unicamente dosis iniciales bajas para el control y remisión de los síntomas. El tratamiento con diazepam puede ser útil para prevenir la progresión sintomática en pacientes con esquizofrenia que rechazan el tratamiento antipsicótico.
Las benzodiazepinas se han utilizado solas o en combinación con antipsicóticos, administradas a dosis muy elevadas con la finalidad de minimizar la agitación, los trastornos del pensamiento, las ideas delirantes y las alucinaciones. Las benzodiazepinas facilitan la neurotransmisión del GABA, que puede a su vez inhibir la neurotransmisión de la dopamina. La respuesta individual es muy variable y suele ser más efectiva como coadyuvante de los antipsicóticos.
REHABILITACIÓN
En la rehabilitación psicosocial, los programas pueden incluir asesoramiento vocacional, capacitación para el trabajo, técnicas para solucionar problemas de la vida diaria, administración del dinero, uso del transporte público y aprendizaje de destrezas sociales para interactuar mejor con otras personas. Estos métodos son muy útiles para los pacientes tratados en la comunidad, porque proporcionan las técnicas necesarias para poder llevar mejor la vida en comunidad a los pacientes que han sido dados de alta del hospital. Con los nuevos medicamentos anti psicóticos que ayudan a controlar los síntomas del trastorno, al tiempo que causan menos efectos secundarios estigmatizantes, las perspectivas de las personas con esquizofrenia han mejorado notablemente. El tratamiento mejora el pronóstico a largo plazo, asimismo, la psicoeducación y otras intervenciones psicosociales ayudan al paciente y a sus familiares a manejar el trastorno de manera más efectiva, a reducir la disfunción social y laboral y a conseguir la reintegración social. Los médicos deben animar a los pacientes y sus familias a que se integren en terapias de rehabilitación, que pueden ser de gran ayuda y servirles de orientación para enfrentarse a la enfermedad con más eficacia.
La psicoterapia individual incluye sesiones programadas con regularidad en las que el paciente conversa con su psicólogo o psiquiatra. Las sesiones pueden centrarse en problemas actuales o pasados, experiencias, pensamientos, sentimientos o reacciones personales. El paciente puede llegar a entender gradualmente más acerca de sí mismo y de sus problemas al compartir experiencias con una persona capacitada para entenderlo y que tiene una visión objetiva. También puede aprender a distinguir entre lo real y lo distorsionado.
La terapia cognitiva conductual enseña técnicas de adaptación y solución de problemas. Estudios recientes indican que tanto la psicoterapia individual de apoyo orientada a la realidad, como los métodos cognoscitivos y de comportamiento, pueden ser beneficiosos para los pacientes externos.
Pero, a pesar de sus beneficios, la psicoterapia no es un sustituto de los medicamentos antisicóticos, y resulta más útil una vez que el tratamiento con medicamentos ha aliviado los síntomas psicóticos.

APOYO FAMILIAR
Los pacientes que son dados de alta quedan al cuidado de sus familiares y, es por esta razón que resulta muy importante que los familiares aprendan todo lo relacionado con esta enfermedad. La participación de la familia en la rehabilitación tiene dos objetivos fundamentales: prevenir las recaídas y fomentar comportamientos que lleven a una rehabilitación satisfactoria, desalentando las conductas que impidan este proceso. Educar a la familia en todos los aspectos de la enfermedad y su tratamiento se llama "psico-educación familiar" que incluye aprender estrategias para manejar la enfermedad y técnicas de solución de problemas. Estos conocimientos son útiles para poder relacionarse mejor con el enfermo y así lograr que el paciente se mantenga en el mejor estado posible.
Los grupos de autoayuda para los familiares que tienen que lidiar con la esquizofrenia son cada vez más comunes. Aunque no son liderados por un terapeuta profesional, estos grupos son muy terapéuticos ya que a través del apoyo mutuo que se brindan y el compartir sus experiencias con personas que están en la misma situación proporciona consuelo y fortaleza. Si los pacientes se unen para actuar como grupo, harán presión para que la sociedad elimine el estigma en contra de los enfermos mentales y que el público tome conciencia de los casos de abuso y discriminación.
A menudo el paciente se resiste a recibir tratamiento, cree que no necesita tratamiento psiquiátrico y que los delirios o alucinaciones son reales. A veces es la familia o son los amigos los que deben tomar decisiones para que el enfermo sea evaluado por un profesional. Cuando otras personas tomen decisiones de tratamiento, los derechos civiles del enfermo deben ser tomados en consideración. Hay leyes que protegen a los pacientes contra el internamiento involuntario en hospitales. Estas leyes varían de estado a estado. Debido a las restricciones impuestas por la ley, la familia puede sentirse frustrada en sus esfuerzos de ayudar al enfermo mental grave. Generalmente la policía solo puede intervenir para que se realice una evaluación psiquiátrica de emergencia cuando el estado del enfermo representa un peligro para sí mismo o para otros. En algunos casos, la policía puede ayudar a que el enfermo sea hospitalizado. Si el enfermo no va por su voluntad a recibir tratamiento, en algunas jurisdicciones, el personal de un centro de salud mental de la comunidad puede ir a su casa para evaluarlo.
Es muy importante asegurar que el enfermo continúe con su tratamiento después de la hospitalización. El paciente puede dejar de tomar sus medicamentos o dejar de ir a las visitas con el médico, lo que generalmente lleva a un empeoramiento de los síntomas psicóticos. La recuperación del enfermo puede ser ayudada dándole ánimo al paciente para que continúe con el tratamiento y asistiéndole con este.
Algunos enfermos se vuelven tan psicóticos y desorganizados que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, tales como proveer su propia vivienda, comida y vestido. A menudo, aunque en una proporción menor, las personas con enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia, se encuentran en precariedad, y no reciben el tratamiento que necesitan. No obstante otros terminan curándose como es el caso de John Forbes Nash o bien recibiendo tratamiento médico alternativo a los fármacos con lo que consiguen alcanzar calidad de vida y superar obstáculos y limitaciones.
No es raro que las personas que rodean al paciente se sientan inseguras de cómo responder cuando éste hace declaraciones que parecen extrañas o son decididamente falsas. Para el enfermo, sus creencias o alucinaciones son completamente reales y no son productos de su imaginación. En lugar de simular estar de acuerdo con lo que dice el paciente, los miembros de la familia y amigos deben indicar que no ven las cosas de la misma manera o que no están de acuerdo con sus conclusiones. Al mismo tiempo pueden reconocer que las cosas pueden parecer diferentes para el paciente.
De igual forma, es útil llevar un registro de los síntomas que van apareciendo, los medicamentos (incluyendo las dosis) que toma y los efectos que han tenido los diversos tratamientos. Al saber qué síntomas estuvieron presentes anteriormente, los familiares pueden tener una idea más clara de lo que puede suceder en el futuro. Así se pueden identificar síntomas que sirvan de advertencia temprana para las recaídas. Por ejemplo un mayor aislamiento o un cambio en el patrón de sueño pueden indicar que el paciente está empeorando. De esta forma, el retorno de la psicosis puede detectarse temprano y el tratamiento se puede iniciar antes de que se produzca una recaída total. Además, el saber qué medicamentos han sido efectivos y cuáles han causado efectos secundarios problemáticos en el pasado es muy útil para el médico que trata al paciente. Esta información le permite seleccionar el mejor tratamiento lo más rápidamente posible.
Padecer un trastorno psicótico no puede ser el obstáculo que impida el desarrollo de roles sociales valiosos, como el trabajo o al menos una ocupación, vivienda, relaciones interpersonales y afectivas, consideración social y utilización de recursos comunitarios. La rehabilitación se entiende hoy como la proporción de la ayuda que requiere la persona para el desempeño psicosocial.

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